La artritis reumatoide es la más común de las diversas formas de reumatismo inflamatorio crónico agrupadas bajo el término "artritis crónica".
Se considera una enfermedad autoinmune, una enfermedad en la que la inmunidad ataca el propio cuerpo de la persona afectada, causando dolor articular intenso.
Estudios científicos han demostrado que el consumo de leche de vaca y, en particular, de albúmina sérica bovina provoca una respuesta inmunitaria particular.
Parece que el sistema inmunológico crea anticuerpos redirigidos contra esta albúmina sérica bovina.
Esto es lo que dice la evidencia cientifica en la publicación de su estudio: “Estos estudios han demostrado que la albúmina sérica bovina se reconoce preferentemente en comparación con otras proteínas presentes en la leche.
Los estudios han demostrado que la reactividad de la albúmina sérica bovina está por encima de la media.
Se ha estudiado la posibilidad de mimetismo molecular en la artritis reumatoide entre este antígeno alimentario y otros antígenos humanos.
El análisis de alineación de secuencias mostró que los residuos de albúmina bovina diferían significativamente del fragmento de albúmina humana correspondiente pero (y esto es importante) eran altamente homólogos con el colágeno humano tipo 1.
Es precisamente este colágeno tipo 1 el que se ve afectado en la artritis reumatoide.
Parecería entonces que el sistema inmunológico, una vez que ha trazado el retrato del intruso, que es la albúmina, no reconoce sus propios tejidos (colágeno tipo 1) y los ataca.
Se muestra un diagrama para explicar la reacción cruzada en la artritis reumatoide.
Esto también explicaría el hecho de que algunas personas noten que eliminar los productos lácteos reduce significativamente su dolor, pero también mejora su movilidad.